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La crisis de liderazgo organizacional en Nicaragua en el siglo XXI.

En pleno siglo XXI hablar sobre la crisis de liderazgo organizacional en Nicaragua es casi normal para los profesionales. La falta de gestión o la incapacidad de evolucionar por parte de la mayoría de líderes actuales en las empresas, que aún aplican el modelo de trabajo diseñado por Frederick Taylor a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, ha resultado en un incremento de la inconformidad o desgaste del ambiente laboral por parte de los colaboradores (muchas veces terminando en el síndrome Burnout).

Esto resulta ya incompatible con la cultura del liderazgo moderno, sin embargo, ¿Qué es ser un líder moderno? De los diferentes conceptos que he revisado, el que más me ha parecido para este artículo es el que Daniel Goleman ha definido en su articulo para Harvard Business Review (2017) “Leadership that gets results” donde expresa que el “liderazgo moderno es aquel que es capaz de poder mezclar los diferentes tipos de liderazgo y sacar lo mejor de ellos, es alguien coercitivo, democrático, afiliativo, visionario, timonel y coach”.

Dado que vivimos en la era de la información, conocer a través de medios como Internet la forma de gestión de liderazgo en organizaciones de países más desarrollados se ha vuelto algo muy accesible y por tanto realizar comparativas entre los diferentes modelos de liderazgo aplicados exitosamente se vuelve en una obligación.

A través de este mismo medio (Internet) he realizado una encuesta relacionada al liderazgo organizacional en Nicaragua en diferentes comunidades de profesionales, la cual ha tenido una participación bastante equitativa en relación a los géneros (53% participación masculina por 47% de participación femenina) y que ha arrojado resultados bastante interesantes con respecto a la crisis del liderazgo organizacional en el país.

Aplicando el pensamiento crítico (si quieres conocer más a detalle sobre este método te invito a ver mi artículo https://one7consulting.com/2019/08/14/el-pensamiento-critico-sus-5-pasos-y-como-te-ayudan-a-resolver-problemas/) abordaremos el análisis de los resultados de esta encuesta, iniciando en el reconocimiento del problema

1. ¿Feliz con el ambiente de trabajo?

Se ha consultado si las personas son felices con la cultura de trabajo actual en sus organizaciones y con un predominante 75% es llamativo reconocer que en las organizaciones 3 de cada 4 personas viven infelices con su ambiente laboral.

Sin embargo, ¿A qué se debe esa infelicidad por parte de los colaboradores?, y es en este punto donde entra el tema del liderazgo con el que se manejan las organizaciones hoy en Nicaragua.

El hecho que aún se utilice liderazgo tradicional (el jefe) es inversamente proporcional a la felicidad del equipo con el que trabaja. Recordemos la frase del chileno Rodrigo Rojas “La gente no renuncia a las empresas, renuncia a los malos jefes”, de forma que al preguntar sobre el trabajo con “jefes” nos permite encuadrar el problema

2. ¿Cómo ha sido trabajar con “jefes”?

Un predominante 34% de los encuestados ha comentado que ha vivido todas las opciones relacionadas al trabajo con jefes que se le ha propuesto, deténgase un instante acá, e imagine por un momento (si ha tenido la fortuna de no vivir ninguno de los comportamientos sugeridos en esta pregunta de la encuesta, permítame felicitarlo) que todos los días es sujeto de este comportamiento con una persona con la que comparte 8 horas o más, ¿Se sentiría feliz con su ambiente de trabajo? Estoy bastante seguro que no.

3. ¿Cuáles son las consecuencias?

Ya conocemos el problema y ahora sabemos de dónde se viene originando, ahora veamos cuales pueden ser las consecuencias. Al preguntar si consideraban importante un buen liderazgo para el éxito del desarrollo de los proyectos, el 100% de los encuestados ha considerado “muy importante”, dado que las implicaciones pueden ser las siguientes:

  • Enfrentamientos constantes entre jefe y subordinado.
  • Accidentes laborales.
  • Retraso en la ejecución de trabajos.
  • Calidad más baja en los productos o servicios.
  • Alto índice de rotación de personal.
  • Reducción en los márgenes de ganancia de la compañía.
  • Entre otros.

Todas estas consecuencias lo único que aportan es a que la organización se vuelva más débil y pierda competitividad.

4. ¿Qué soluciones se visualizan?

Recordemos el inicio del artículo, donde también se expresaba un 25% de los encuestados que dice ser feliz con su cultura organizacional, es un porcentaje bajo, pero demuestra que no todo es malo, en algunas áreas hay personas que, si están aplicando un buen liderazgo, y eso ya es un buen punto de partida.

¿Qué cualidades tiene un buen líder?, cuando se consultaba por esto, las respuestas de los encuestados no dejan a nadie indiferente.

Con un 82% (en conjunto) los encuestados han trabajado con líderes que se preocupan por su opinión, les hace sentir importantes en el equipo, les mantiene informados, etc. Esto refleja que no todo se está haciendo mal actualmente y que la crisis de liderazgo puede ser superada en las organizaciones, adoptando estas características de aquellas personas que se preocupan por el bienestar de sus equipos.

5. ¿Dónde debemos empezar?

Una vez que ya hemos definido que una forma de poner fin a esta crisis de liderazgo es adoptando el comportamiento de aquellas personas que si son capaces de ejercer un buen liderazgo moderno y que han dejado atrás las practicas del liderazgo tradicional, era necesario preguntar, ¿Qué puede impedir el desarrollo de un buen liderazgo en Nicaragua?.

Con un 37% y un 35% la falta de actitud y la cultura representan los mayores obstáculos para poder ejercer un mejor liderazgo en las organizaciones, ¿Realmente estos dos factores no se pueden mejorar? Me parece que sí, y que el cambio que se puede generar al mejorar estas condiciones puede ser trascendental en el futuro de las organizaciones en Nicaragua.

No cabe duda que actualmente se vive una crisis de liderazgo, que la transición del liderazgo tradicional al liderazgo moderno se ha vuelto difícil, sin embargo, se debe estar claro que esto no corresponde a los tipos de generaciones (baby boomers, generación X, millenials, etc) sino, a factores relacionados a la actitud y a la cultura, debemos estar conscientes que, para que esta problemática mejore el EGO en las organizaciones debe quedar fuera de la ecuación.

Que las personas sean más felices en sus trabajos, que las organizaciones sean más productivas y los ambientes laborales sean más armónicos; está en manos de cuan dispuestos estemos a ejercer un cambio en nuestra forma de ejecutar el nuevo liderazgo organizacional.

Espero te haya gustado el artículo, siempre es un gusto para mi poder compartir un poco de conocimiento y experiencia.

¡Saludos Cordiales!

Creditos a las publicaciones:

•Borghino, M (2017), El arte de hacer preguntas: el método socrático para triunfar en la vida y en los negocios, México distrito federal, Pinguin Random House Grupo Editorial, S.A. de C.V.

•Ruiz, M (2013),”Gerente de Felicidad: la gente no renuncia a las empresas, renuncia a los malos jefes”, https://www.thegeniuschoice.com/2015/07/gerente-de-felicidad-la-gente-no-renuncia-a-las-empresas-renuncia-a-los-malos-jefes/,

•Goleman, D (2017), “Leadership That Gets Results”, https://www.hbsp.harvard.edu/product/10102-PDF-ENG?Ntt=&itemFindingMethod=Recommendation&recommendedBy=R1206D-PDF-ENG